Picture by Victor Farat
He derramado mis sueños, y entre tanto desierto mi yo vagabunda ya no creía en la pureza.
Pero te encontré, "temblar contra mi como una luna en el agua". Tu mirada de niño se me clava en las pupilas. Tienes tanta ternura que me duele sentirla. Y hacía tiempo que yo no tenía el corazón tan rojo.
Y me haces soñar que volamos con una golondrian en el motor, y que soy una maga. Y que tu eres un elfo, un nino; un extraño hombre de mil años pero tu melena es larga y me enciende, y tu olor es dulce.
Quiero ser tu chèri pirate en busca de tesoros entre los siseos de las lenguas que no entendemos.
Quiero que no existan los conceptos, solo las esencias de las cosas, de los besos que aún no nos dimos.
Noches, noches, noches de risas y corazones batientes. Noches de miradas bellas y tímidas. Noches de promesas de amor aunque solo vivimos en el presente de un sueño. Noches hasta las siete de la mañana pegada a la ventanita que me une a ti. Noches que a veces me acuesto, y me duele el pecho, de tantas emociones que me bailan, afilando sus tacones de aguja, y zapateando con sangre de indios.
¿Es posible renacer y volver a ser santa y pura? ¿Para qué? Para volver a vivir los nueve vicios contigo, para perderme contigo, para matar contigo, para después volver a morir, contigo.
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