Ha pasado algo y ya nada volverá a ser lo que era. NOS encontramos, y solo acaba de empezar.
Me dice que soy un volcán, tengo una fuerza interior salvaje, y necesita salir. Esa misma fuerza puede construir o destruir. Y yo que me veo cada vez más serena, con ganas de agua, baños de agua infinita.
A las dadoras les cuesta poner límites. No lo había pensado, dadora (??!) y parece estar clarísimo… Minuto de reflexión. Está bien, acepto lo de dadora, lo que me cuesta más es recibir… ahora por ejemplo solo puedo recibir en una línea, me has sellado rubio, sin querer. Siento en mí una capacidad de amar que me sale como sangre brotando a borbotones. ¡Y es mía, mía mía!… aunque pajarillo, tú me despertaste.
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