Volviendo a empezar en el trabajo después de un tiempo de apatía y nube gris.
Estoy llena de ideas, que me bailan, me circulan, me agreden, me penetran.
Se puede decir que hasta tengo ganas de volver al trabajo como en los tiempos dorados del año pasado. Me preocupa más mi estado anímico que la dichosa crisis. Si me siento bien pienso que puedo con todo, y si saco todos mis recursos, confianza, y energía estoy muy por encima de las circunstancias. Donde estaba esta seguridad hace un mes? ni idea, y me importaba poco.
Como siempre lo que me cuesta es pasar de la visión a la acción.
Me quedo horas delante del ordenador, observando, investigando, curioseando, haciendo crecer mis ideas, los proyectos que no voy a compartir, las empresas que no voy a crear.. pero ahí sigo devorando mi tiempo, absorviéndome en mi propia ficción. Absorta.
Debo empezar ya! el telefóno ha recogido al menos cinco llamadas perdidas, menos mal que no eran citas inmediatas, el sr Danone pide una reunión con todo su equipo para el miércoles a primera hora (odio madrugar), Johnsons&Johnsons solo llamaban para felicitar las fiestas, que clientes más agradables él y su codirectora, aunque en los ultimos viajes parece que ha cambiado de amante, ahora viene acompañado de una coordinadora nueva, en fin yo no soy moralista, además se agradece ciertas impredicciones, sino seria muy aburrido. Y esto si (que cagada), un empresario recomendado por otro cliente, pedía información de nuestros servicios puesto que hoy lunes esta de viaje en Barcelona. Hoy lunes ya es demasiado tarde, imposible preparar la reunión. Me da que hoy va a ser un dia de ponerme las pilas con el marqueting, preparar la web de una clienta y escribir algo sobre el proyecto de formación, aunque antes haré un estudio de como está el patio. Mientras en mi cabeza ya le he dado dos vueltas y media a una futura empresa de terapias medicinales y psicológicas. He diseñado el espacio, el funcionamiento en recursos humanos y hasta he estimado los cálculos económicos.
Necesito una meta solida y tres años para un cambio transformador en mi profesión. Este año mi propósito va a ser afianzarme el objetivo y aprovecharme de las oportunidades profesionales del presente para ahorrar hacia el gran cambio. Hay trabajos en los que ganas mucho pero no te dejan espacios personales, y esto se ha de vivir solo como una etapa, sin perder un objetivo más glorioso. Sino corres el peligro de consumirte, enfermar o envejecer. Y me gusta demasiado la vida como para que el trabajo me condicione tanto. Diría que la última fase depresiva que tuve está muy relacionada, a eso y a que este año no tuve vacaciones - Nunca más! fue un error! la avaricia rompe el saco!
Aún puedo soportar estrés, desgaste, mentiras empresariales, y no tener vida social. La razón de que aguante todo esto es que tengo también mucho tiempo para mí sola y la misántropa que llevo dentro lo agradece y sabe cómo difrutarlo: cine, libros, arte, caprichos, viajes! Pero a veces me pone triste no poder realizarme en otras cosas, como la profesión que estudié, como compañera, como madre. Y sé que no tengo edad ni para preocuparme de esto, pero es que a veces siento que he vivido dos veces mis años.
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