jueves, 4 de marzo de 2010

Sobre amar (amar sobre)


Y exhausta de placeres, mojada de abrazos, mojados, extenuada de tortura, de hermosura, batiendo almas a punto de fuego. Envueltos de olores densos, dulces, de cuerpos tensados-destensados, malditos violines, que entonan con las voces de tu lengua, de tus mil lenguas en mi boca. Y de bocas, llenas de besos, como peces, que escapan entre exhalaciones ahogadas, de belleza en convulsiones, de corcheras repetidas en en la cuna de la calma, de mi cama, de meencamas. Me llenas, me vacías, me giras el alma, me retuerces el miedo, me exaltas el azul, en rojos y amarillos. Simbiosis, fagocitosis, amantosis... en remolinos. Quien no lo ha sentido así, no ha amado, ni lo conoce. Este es el sexo de los amantes, amados, a-mi-dos, Midas, misias, musas, mimosas, mielosas, mil-osas,
mil-fusas, monfou.  

Y cuando cedes, y cuando me liberas del placer, y me perdonas como un rey, y me abrazas en tu arruyo, entonces, se me patinan las lágrimas, noche abajo o día encima, ya no se, hemos burlado al tiempo.

Y me das el mejor regalo: me doy cuenta que amar no solo es dar, sino saber recibir sin medida, sin cordura, sin temprura ni pierdura.  


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