Joaquin Sabina - Peces de Ciudad

...Y cómo huir
cuando no quedan
islas para naufragar
al país
donde los sabios se retiran
del agravio de buscar
labios que sacan de quicio...

Así me hallo más en los paraísos artificiales que en los boulevares. Vivebunda voy, pero no en los paseos funcionales para ir a algun lado, sino en la traslación entre el paso que dejas y el que das. Suspendida.

la invisibilidad de los dentros

Hoy la tristeza ha entrado sin avisar, me ha dejado como el amor de Cortázar, estaqueada en la mitad del patio.

Ay... la poesía, no refiriéndome a la forma, sino al grito.

Foto by Google

Y por cierto, casi me olvidaba! ¡¡Feliz Sant Jordi!!

Y tengo cuatro horas para ducharme, hacer la maleta, llamar al sueño en una siesta de las dos de la madrugada, y tomar mi avión a Italia, a una de esas ciudades perdidas que nadie sabe donde queda, y mañana me las veré de como llego porque no he mirado ni los trenes. Cansada y confiada de que todo sale.

A gastarme el dinero que no tengo, a embriagarme en los abrazos de los maridos de otras, a destrozar mis pies, y a creerme que el baile me salva una vez más. Ese embeleso, que por sí mismo no cura nada. Hoy solo me deja en un mismo punto embelesada, pero necesito y quiero su embeleso.

Y tengo escrito los post del primer mes, pero nunca los publiqué, distraída por la vivencia. Y ahora que pasa ante mis ojos toda esa inocencia y felicidad del incio, la entrega de ambos, la dulzura de los casis... no saco las ganas de tener que volver a escribirlo. Aunque algún día, como una irónica burla, lo voy a volver a pasar por mis manos, aprentando las teclas de todo lo que ya no puede sino no darse.

Y pienso que después de lo que le he escrito por correo y los textos de Kerouac, no me va a llamar enseguida. Es dificil sacar impulso cuando el otro quiere poner amabilidad. Una estúpida amabilidad de los que tienen que despedirse dudosos y más vale quedar bien. O lo que es peor, la cuidadosa consideración para no dañar al otro porque la verdad es bien fea y nadie quiere oírla y nadie quiere tener que decirla.

Y yo quiero ser serena, tener paciencia, y esas cualidades de la compañera ideal, buena y comprensiva, con la que al final se quedan los hombres... pero no dejo de pensar en lo que me enciende la tristeza, esa claridad espantosa de que no puede si no no darse. Y mi cariño derramándose,    todo ese amor inútil.

Y me dice mi amigo que estamos los dos pidiendo más que dando... y yo que no me arranco esta culpa inconfesable cuando el de los reclamos es el otro... y si hubiera sido más dulce, más entregada, menos neurótica, menos crítica... de todas maneras todo apuntaba desde el principio a que había una mala tangente en el tiempo. Una montaña arrugada que nos invitaba al vértigo y finalmente nos iba a tirar. Aunque yo siempre prefiero creerme lo que me da la gana. Me resulta asquerosa mi racionalidad presente, sobretodo lo asqueroso es tener que sucumbir a ella.

Pero, ay rubio, me abrazas y yo quiero quedarme.

Y es que tiene uno de esos abrazos perfectos, que perdonan el resto de errores y no supera al resto de cualidades.

... No se puede entrar en un corazón lleno ...

Y no me lo puedo creer!!! Llaman de nuevo a la puerta y esta vez son los ex, que quieren mirarnos cara a cara para ver si tenemos el suficiente amor como para cerrarles la puerta. Fantasmas nuestros que nos cantan como las sirenas de Ulises, a los que tendemos la mano en disimulo para ver si están cuando queremos dar una vueltita con el podría-haber-sido. Quiero la paz de que las sombras aunque nos acompañen siempre, sean solo grises luces apagadas. Hay una que tiene doble cabeza, porque va y vuelve, esta es la que da más miedo.

Llaman a la puerta y es la condesa de Bathory que dice que esperaba de mí abundante sangre y yo no le dejé tomar ni un sorbo. Está enfada y veo en sus silencios que amenaza con dejar víctimas mortuorias. Y yo le digo que la sangre se da y se recibe. Que solo en las frías salas de los hospitales uno queda esperando. Y ella me dice que no solo en los cuentos oscuros se puede arrebatar el rojo. Y yo le suplico que no se lleve a  mi corazón lamido. Le beso y me perdona.

Qué hermosa nuestra pornosía!

“Me gusta que en mi boca te cune mi adentro”

                                                                                     Fernando Arrabal

                                                    Foto personal - backstage de un corto


Abrirse a nuevas amistades como venas, dejando brotar todo el rojo.

Joaquín Sabina - Ruido

Mi vecinita me dice que hacemos mucho ruido y no la dejamos dormir
UPSSSS

Desencuentro amistoso

photo by Allison Díaz

Entristecida porque el sonido de risas y charla es apenas rumor.
Decepcionada por tan frágil aprecio confesado.
Asustada porque podría ser bebida en copa en manos de una condesa de Bathory improvisada.
Consciente de mi torpeza pasada y mis ganas de bondad.
Esperanzada de que ese mismo venenillo rojo es lo que nos une, fuerza fraternal que nos tejió un cariño encarnizado.
Tranquila de que mi respeto siempre estará aunque nosotras ya no estemos.

Chaparrita, te quiero y te extraño. Yo estaba ahí cuando diste el paso en la linea del infierno. Y tú estabas ahí cuando crucé a abrazarme al cielo. Nada es casual. Ya solo por esto, eres importante en mi vida.

Y te fantaseo cayendo por mis palabras desde un ordenador en tus rodillas, y te esbozo una sonrisa porque sé que tú también sientes cariño, aunque disimules por un orgullo herido en la espera.

photo by Eikoh Hosue

Lleva mis brazos cansados a tu cuello, bebeme con la mirada tibia, lunelame el pelo en remolinos de sueños... estás tan dulce conmigo ahora, que casi duele! Y mi sonrisa se pinta en mi cara de ojeras como la luna de esta noche, apenas un filito luminoso torcido por la almohada de tu pecho.

Y voy a dejar de escribir porque me patina una cursilería de amor correspondido impropia de mí. Y sobretodo porque cualquier cosa que diga no le hace justicia a esto nuestro, más allá incluso de tí y de mí: la música que nos sale; nosotros no somos sino instrumentos de jazz, en los conciertos nocturnos de nuestras camitas calientes.

Y me dice como un insulto dulce eres autoreferencial! Y yo le doy cancioncillas alegres con los brazos, le lamo con los ojos, y le miro con la boca abierta en media luna y él… se hunde en mí perdonando mi insolencia despistada.


Me esfuerzo por ser funcionalmente más acertada, pero la clave es pensarnos en vez de pensarme. NOS NOS NOS. Y mira que lo deseo; el NOS se ha de cocinar, y apenas estamos preparando la mesa. Y fíjate que digo estamos en vez de estoy.

Hoy el reproche me sabe muy dulce, me gusta estar en pareja.

Conversación infinita. Se consumen velas y cava, horas y sueño, paredes y prendas. Se disipan los límites, y somos una sola cosa, danzando entre pensamientos que nos elevan y carne que nos amaina. Maravilloso.

¿Por qué me gustan las medusas? No lo sé. Las encuentro bonitas. Antes, mientras las miraba, he pensado una cosa. Escucha, lo que nosotros vemos es sólo una pequeña parte del mundo. Damos por hecho que esto es el mundo, pero no es del todo cierto. El verdadero mundo está en un lugar más oscuro, más profundo, y en su mayor parte lo ocupan criaturas como las medusas. Eso nosotros lo olvidamos. ¿No te parece? Dos terceras partes del planeta son océanos y lo que nosotros podemos ver con nuestros ojos no pasa de ser la superficie del mar, la piel. De lo que verdaderamente hay debajo no sabemos nada.

                                "Crónica del pájaro que da cuerda al mundo" (Haruki Murakami)



Alguien se ha abierto...

Susheela Raman - Nagumomo!

La felicidad son momentos, no condicionan ninguna otra cosa. La vida es frágil. Ayer dentro, hoy fuera, y nadie me ha provocado. Igual es que también tengo una cajita de la nada.

 

Sentir con violencia la posibilidad de un amor más grande si cabe, sentir que las alas asoman que van a brotar por la espalda, y abrazar a tu hombre. Hoy tuve uno de esos momentos perfectos.

[The universe is] haphazard, morally neutral and unimaginably violent


                                                Woody Allen – September (1986)

Aprendiendo sin h

Aprendiendo a discutir, a no ser tan impulsiva, a no ser orgullosa y bajar de mi creoquetengorazón.

Aprendiendo a soltar, a tener coraje, a avanzar y no tener miedo. Tres años en cuatro paredes, por fin hago un primer cambio. La tierra se va a mover, necesito que se mueva!

Semana rara. Está gélido y disimular es peor todavía. Cuando actúa así dejándome el papel de irascible y demandante, me parece un pelotudo. Me desencanta.